lunes, 31 de marzo de 2008

Invisibles

El héroe
¿Cómo hubiera sido la guerra de Troya contada desde el punto de vista de un soldado anónimo? ¿Un griego de a pie, ignorado por los dioses y deseado no más que por los buitres que sobrevuelan las batallas? ¿Un campesino metido a guerrero, cantado por nadie, por nadie esculpido? ¿Un hombre cualquiera, obligado a matar y sin el menor interés de morir por los ojos de Helena?¿Habría presentido ese soldado lo que Eurípides confirmó después? ¿Que Helena nunca estuvo en Troya, que sólo su sombra estuvo allí? ¿Que diez años de matanzas ocurrieron por una túnica vacía?Y si ese soldado sobrevivió, ¿qué recordó?Quién sabe.Quizás el olor. El olor del dolor, y simplemente eso.Tres mil años después de la caída de Troya, los corresponsales de guerra Robert Fisk y Fran Sevilla nos cuentan que las guerras huelen. Ellos han estado en varias, las han sufrido por dentro, y conocen ese olor de podredumbre, caliente, dulce, pegajoso, que se te mete por todos los poros y se te instala en el cuerpo. Es una náusea que jamás te abandonará.
Americanos
Cuenta la historia oficial que Vasco Núñez de Balboa fue el primer hombre que vio, desde una cumbre de Panamá, los dos océanos. Los que allí vivían, ¿eran ciegos?¿Quiénes pusieron sus primeros nombres al maíz y a la papa y al tomate y al chocolate y a las montañas y a los ríos de América? ¿Hernán Cortés, Francisco Pizarro? Los que allí vivían, ¿eran mudos?Lo escucharon los peregrinos del Mayflower: Dios decía que América era la Tierra Prometida. Los que allí vivían, ¿eran sordos?Después, los nietos de aquellos peregrinos del norte se apoderaron del nombre y de todo lo demás. Ahora, americanos son ellos. Los que vivimos en las otras Américas, ¿qué somos?
Fundación de las desapariciones
Miles de muertos sin sepultura deambulan por la pampa argentina. Son los desaparecidos de la última dictadura militar.La dictadura del general Videla aplicó en escala jamás vista la desaparición como arma de guerra. La aplicó, pero no la inventó. Un siglo antes, el general Roca había utilizado contra los indios esta obra maestra de la crueldad, que obliga a cada muerto a morir varias veces y que condena a sus queridos a volverse locos persiguiendo su sombra fugitiva.En la Argentina, como en toda América, los indios fueron los primeros desaparecidos. Desaparecieron antes de aparecer. El general Roca llamó conquista del desierto a su invasión de las tierras indígenas. La Patagonia era un espacio vacío, un reino de la nada, habitado por nadie.Y los indios siguieron desapareciendo después. Los que se sometieron y renunciaron a la tierra y a todo, fueron llamados indios reducidos: reducidos hasta desaparecer. Y los que no se sometieron y fueron vencidos a balazos y sablazos, desaparecieron convertidos en números, muertos sin nombre, en los partes militares. Y sus hijos desaparecieron también: repartidos como botín de guerra, llamados con otros nombres, vaciados de memoria, esclavitos de los asesinos de sus padres.
Padre ausente
Robert Carter fue enterrado en el jardín. En su testamento, había pedido descansar bajo un árbol de sombra, durmiendo en paz y en oscuridad. Ninguna piedra, ninguna inscripción.Este patricio de Virginia fue uno de los más ricos, quizás el más, entre todos aquellos prósperos propietarios que se independizaron de Inglaterra.Aunque algunos padres fundadores de Estados Unidos tenían mala opinión de la esclavitud, ninguno liberó a sus esclavos. Carter fue el único que desencadenó a sus cuatrocientos cincuenta negros para dejarlos vivir y trabajar según su propia voluntad y placer. Los liberó gradualmente, cuidando de que ninguno fuera arrojado al desamparo, setenta años antes de que Abraham Lincoln decretara la abolición.Esta locura lo condenó a la soledad y al olvido.Lo dejaron solo sus vecinos, sus amigos y sus parientes, todos convencidos de que los negros libres amenazaban la seguridad personal y nacional.Después, la amnesia colectiva fue la recompensa de sus actos.
La Justicia ve
La historia oficial de Brasil sigue llamando inconfidencias, deslealtades, a los primeros alzamientos por la independencia nacional.Antes de que el príncipe portugués se convirtiera en emperador brasileño, hubo varias tentativas patrióticas. Las más importantes fueron las de Minas Gerais y Bahía.El único protagonista de la Inconfidencia mineira que fue ahorcado y descuartizado, Tiradentes, el sacamuelas, era un militar de baja graduación. Los demás conspiradores, señores de la alta sociedad minera hartos de pagar impuestos coloniales, fueron indultados.Al fin de la Inconfidencia bahiana, el poder colonial indultó a todos, con cuatro excepciones: Manoel Lira, João do Nascimento, Luis Gonzaga y Lucas Dantas fueron ahorcados y descuartizados. Los cuatro eran negros, hijos o nietos de esclavos.Hay quienes creen que la Justicia es ciega.
Olympia
Son femeninos los símbolos de la revolución francesa, mujeres de mármol o bronce, poderosas tetas desnudas, gorros frigios, banderas al viento.Pero la revolución proclamó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, y cuando la militante revolucionaria Olympia de Gouges propuso la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, la guillotina le cortó la cabeza.Al pie del cadalso, Olympia preguntó:–Si las mujeres estamos capacitadas para subir a la guillotina, ¿por qué no podemos subir a las tribunas públicas?No podían. No podían hablar, no podían votar.Las compañeras de lucha de Olympia de Gouges fueron encerradas en el manicomio. Y poco después de su ejecución, fue el turno de Manon Roland. Manon era la esposa del ministro del Interior, pero ni eso la salvó. La condenaron por su antinatural tendencia a la actividad política. Ella había traicionado su naturaleza femenina, hecha para cuidar el hogar y parir hijos valientes, y había cometido la mortal insolencia de meter la nariz en los masculinos asuntos de estado.Y la guillotina volvió a caer.
Los invisibles
En 1869, el canal de Suez hizo posible la navegación entre dos mares.Sabemos que Ferdinand de Lesseps fue autor del proyecto, que el pachá Said y sus herederos vendieron el canal a los franceses y a los ingleses a cambio de poco o nada, que Giuseppe Verdi compuso la ópera Aída para que fuera cantada en la inauguración y que noventa años después, al cabo de una larga y dolida pelea, el presidente Gamal Abdel Nasser logró que el canal fuera egipcio.¿Quién recuerda a los ciento veinte mil presidiarios y campesinos, condenados a trabajos forzados, que construyendo el canal cayeron asesinados por el hambre, la fatiga y el cólera?En 1914, el canal de Panamá abrió un tajo entre dos océanos.Sabemos que Ferdinand de Lesseps fue autor del proyecto, que la empresa constructora quebró, en uno de los más sonados escándalos de la historia de Francia, que el presidente de Estados Unidos, Teddy Roosevelt, se apoderó del canal y de Panamá y de todo lo que encontró en el camino, y que sesenta años después, al cabo de una larga y dolida pelea, el presidente Omar Torrijos logró que el canal fuera panameño.¿Quién recuerda a los obreros antillanos, hindúes y chinos que cayeron construyéndolo? Por cada kilómetro murieron setecientos, asesinados por el hambre, la fatiga, la fiebre amarilla y la malaria.
Las invisibles
Mandaba la tradición que los ombligos de las recién nacidas fueran enterrados bajo la ceniza de la cocina, para que temprano aprendieran cuál es el lugar de la mujer, y que de allí no se sale.Cuando estalló la revolución mexicana, muchas salieron, pero llevando la cocina a cuestas. Por las buenas o por las malas, por secuestro o por ganas, siguieron a los hombres de batalla en batalla. Llevaban el bebé prendido a la teta y a la espalda las ollas y las cazuelas. Y las municiones: ellas se ocupaban de que no faltaran tortillas en las bocas ni balas en los fusiles. Y cuando el hombre caía, empuñaban el arma.En los trenes, los hombres y los caballos ocupaban los vagones. Ellas viajaban en los techos, rogando a Dios que no lloviera.Sin ellas, soldaderas, cucarachas, adelitas, vivanderas, galletas, juanas, pelonas, guachas, esa revolución no hubiera existido.A ninguna se le pagó pensión.
(Capítulos del libro Espejos/ Una historia casi universal, de Eduardo Galeano, que pronto estará en librerías)

lunes, 24 de marzo de 2008

NO HABRÁ MÁS PENA, NI OLVIDO... NI PERDÓN

Voces

Llamado de adentro,
grito de charco,
un montón de dolores ancestrales
que te estallan más allá de la garganta.

Llamado de solo,
grito de espanto,
un montón de antiguos rencores
que te provocan más acá de la injusticia.

Llamado de buscar,
grito de querer,
un montón de manos que dibujan direcciones
que te llevan más adentro de los todos.

Llamado de señal,
grito de poder,
un montón de pechos que se juntan
que te aprietan más o menos al centro del clamor.

Llamado de lucha,
grito de guerra,
un montón de fusiles que se encrespan
que te llevan de golpe a la revuelta.


Por Luis Fabbri
Agosto de 1972
Desaparecido en 1977
A continuación los nombres de los desaparecidos en Salta, aunque deberíamos poner las 30.000 razones para no olvidar ni perdonar...
Miguel Ragone
Miguel Angel Arra
Victor Mario Brizzi
Juan Carlos Chaparro
José Hernández
Daniel Roberto Loto Zurita
César Carlos Martínez
Gustavo Medina Ortiz
Gladys del Valle Porcel de Puggioni

sábado, 15 de marzo de 2008

Un mundo donde quepan todos los mundos

Pocho tenia 35 años, había nacido en concepción del Uruguay, pero decidió vivir en el barrio Ludueña para trabajar con los más humildes. Coordinaba los talleres para niños, y daba clases de teología en la escuelita del padre Edgardo Montaldo, también trabajaba con el grupo de jóvenes "La Vagancia". El miércoles 19 de diciembre, harto de que la policía dispare contra pibes y mujeres, se subió a la terraza de la escuela Nro. 756 del Barrio Las Flores, donde colaboraba con la preparación de la comida. Intentó parar la represión con el grito "Hijos de puta no tiren, hay pibes comiendo" pero un policía del móvil Nº 2270 del comando radioeléctrico de nuestra ciudad disparó directamente contra el cuerpo de Pocho. La bala de plomo se alojó en la traquea y lo mató, llevándose a un militante de la vida y a una persona que luchaba día a día por cambiar las podredumbres de este mundo.
POCHO VIVE Y PEDIMOS JUSTICIA

un grito que crece

un grito que no deja dormir a los verdugos

ni reir a los traidores

Con ustedes el documental POCHORMIGA, tarda un poquito en cargarse, duro 30 minutos, pero vale la pena verlo, a pesar de la impotencia y del sabor amargo.




viernes, 14 de marzo de 2008

Los Escritos Vuelan

André Bretón fue un poeta y crítico francés, líder del movimiento surrealista. Nació en Tinchebray, Orne; estudió medicina y trabajó en hospitales psiquiátricos durante la I Guerra Mundial. Una vez afincado como escritor en París, se convirtió en pionero de los movimientos antirracionalistas en el arte y la literatura conocidos como dadaísmo y surrealismo, surgidos del desencanto generalizado con la tradición que definió la época posterior a la I Guerra Mundial. El estudio de las obras de Sigmund Freud y sus experimentos con la escritura automática (escritura libre de todo control de la razón y de preocupaciones estéticas o morales) influyeron en su formulación de la teoría surrealista. Breton expresa sus opiniones en Littérature, la principal publicación surrealista, revista en cuya fundación colaboró y de la que fue editor durante muchos años, y en los Tres Manifiestos Surrealistas de 1924, 1930, 1942.
Entre sus poemas podemos encontrar el siguiente, titulado Los Escritos Vuelan.
Los Escritos Vuelan de André Breton
El satén de las páginas que se hojean en los libros modela
una mujer tan hermosa
Que cuando no se lee se contempla a esa mujer con tristeza
Sin atreverse a hablarle sin atreverse a decirle que es tan hermosa
Que lo que se va a saber no tiene precio
Esta mujer pasa imperceptiblemente entre un rumor de flores
A veces se vuelve en medio de las estaciones impresas
Para preguntar la hora o mejor aún simula contemplar unas
joyas bien de frente
Como no hacen las criaturas reales
Y el mundo se muere una ruptura se produce en los anillos de aire
Un desgarro en el lugar del corazón
Los diarios de la mañana traen cantantes cuya voz tiene el color de la
arena en las riberas tiernas y peligrosas
Y a veces los de la tarde dan paso a muchachas que conducen
animales encadenados
Pero lo más bello está en el intervalo de ciertas letras
Donde unas manos más blancas que el cuerno de las estrellas a mediodía
Saquean un nido de blancas golondrinas
Para que llueva siempre
Tan bajo tan bajo que las alas no puedan ya mezclarse
Unas manos por donde se sube hasta unos brazos tan leves
que el vapor de los prados en sus graciosas volutas por
encima de los estanques es su imperfecto espejo
Unos brazos que no se articulan más que con el peligro excepcional de un
cuerpo hecho para el amor
Cuyo vientre llama a los suspiros desprendidos de los matorrales
llenos de velos
Y que sólo tienen de terrestre la inmensa verdad helada de los trineos de
miradas sobre la extensión toda blanca
De lo que no volveré a ver más
A causa de una venda maravillosa
Que es la mía en el juego de la gallina ciega de las heridas

sábado, 8 de marzo de 2008

Entre la locura y el olvido

Julieta Lanteri es la cara olvidada del voto femenino. Consiguió votar en 1911, cuarenta años antes que el resto de las argentinas. En 1919 descubrió que la Constitución vedaba el derecho a voto a las damas, pero no la posibilidad de que fueran elegidas. Formó su propia agrupación y se presentó como candidata a diputada nacional. Impulsó junto con Alicia Moreau de Justo un simulacro de votación, que fue objeto de burlas.
Algo más de 13 millones de mujeres pueden votar hoy en día. Pocas, seguramente, conocen a una de las principales protagonistas de la lucha por el sufragio femenino en el país: Julieta Lanteri, quien logró votar en elecciones municipales porteñas en 1911, cuatro décadas antes que el resto de las argentinas y fue posiblemente la primera sufragista de América latina. Aunque se graduó como médica –fue la sexta mujer en alcanzar ese título en el país–, su mejor arma consistió en el análisis exhaustivo de las leyes. Así descubrió que la Constitución nacional vedaba el derecho a voto a las damas, pero no la posibilidad de que fueran elegidas. Con ese argumento formó su propia agrupación, el Partido Feminista Nacional, y se presentó en 1919 como candidata a diputada nacional del país. Los diarios se burlaron de ella, pero nunca se desanimó. Hasta llegó a presentarse en los cuarteles y ante el propio ministro de Guerra de Yrigoyen para exigirle su incorporación al servicio militar y poder, de esa forma, ingresar al padrón nacional. Murió, como otros muchos precursores, en un extraño accidente.
A pesar de su insistente batalla, la historia se encargó de olvidarla.

Aquí un pequeño homenaje en el día de la mujer:

"Le tomaban el pelo, la tomaban por loca. Pero ella lograba salir en los diarios", comentó a Página/12 Araceli Bellota. Periodista e historiadora, Bellota se encargó de rescatar su figura a través de una profunda investigación sobre su vida, plasmada en el libro Julieta Lanteri. Siempre de impecable traje blanco, Julieta había nacido en un pueblo del Piamonte italiano, el 22 de marzo de 1873 y llegó a la Argentina con sus padres a los 6 años. La transgresión fue una constante en su vida. "Fue una transgresora a conciencia", apuntó Bellota. Se alineó con la corriente del librepensamiento, no era respetuosa de la religión, ni comulgaba con la figura tradicional de familia. En una época en que muy pocas mujeres optaban por los estudios universitarios, ingresó en 1896 a la Facultad de Medicina y se convirtió en 1907 en la sexta mujer graduada en el país. "No hay dudas de que la habita un anticipado sentimiento de la diferencia que hará de ella uno de los seres más incisivos en materia de reclamos de igualdad entre los sexos", destacó la historiadora Dora Barrancos, en su libro de reciente publicación, Inclusión/Exclusión. Historia con mujeres. A los 36 años, cuando era vista como una solterona, Julieta se casó con un hombre 14 años menor que ella y completamente desconocido. Sus compañeras feministas habían elegido pareja de otra manera. "Fenia Chertkoff se casó con el dirigente socialista, doctor Nicolás Repetto. Su hermana, Mariana Chertkoff, con Juan B. Justo, fundador del partido de su concuñado, quien, luego de enviudar, se unió con Alicia Moreau a la que doblaba en edad; Elvira Rawson, con Arturo Dellepiane, también médico", diferenció Bellota en su biografía. Julieta quiso especializarse en salud mental e intentó una adscripción como docente en la Cátedra de Psiquiatría. El pedido le fue denegado "con la excusa de su condición de extranjera, pero la verdad debe hallarse en el hecho de ser mujer", advirtió Barrancos. Tozuda, de una gran inteligencia, Julieta se presentó entonces a reclamar la ciudadanía argentina a la Justicia, un ámbito al que recurriría insistentemente en su gran cruzada por la igualdad. Consiguió un fallo favorable en primera instancia, pero el procurador fiscal desestimó la sentencia al señalar que se trataba de una mujer casada y como tal requería del permiso del esposo para iniciar la causa judicial. La batalla duró ocho meses, pero finalmente la ganó. Sería la primera. No perdió un minuto. Al día siguiente, el 16 de julio de 1911, fue a inscribirse al padrón electoral de la Ciudad, aprovechando que había un reempadronamiento. Quería votar en las elecciones venideras para renovar el Concejo Deliberante. Cuenta Bellota que su osadía sorprendió al empleado. Julieta le mostró su carta de ciudadanía y una copia de la ley 5098 que disponía que se renovara el padrón de la Capital Federal cada cuatro años y que en su artículo 7º establecía como condiciones para inscribirse en el registro: ser ciudadano mayor de edad, saber leer y escribir, presentarse personalmente a realizar el trámite, haber pagado impuestos comunales por valor de 100 pesos como mínimo o ejercer alguna profesión liberal dentro del municipio y tener domicilio en la Ciudad por lo menos desde un año antes. Julieta reunía varios de los requisitos y el hombre no pudo negarse a incorporarla. El 23 de noviembre de 1911, Lanteri votaría en la iglesia de San Juan, frente a la mirada estupefacta de los varones, convirtiéndose en la primera mujer en sufragar del país y –según algunos historiadores– de Latinoamérica. Faltaban 40 años para que las argentinas accedieran a las urnas. Julieta no se detuvo. "Se transformó en una puntillosa analista de la legislación. La leía y la releía para buscar un resquicio donde filtrar su reclamo", indicó Bellota en su libro. En vísperas de los comicios nacionales de 1919 descubrió que su nombre no figuraba en los padrones y volvió a recurrir a los tribunales, pero su reclamo fue rechazado con el argumento de que debía exhibir la libreta de enrolamiento, un documento exclusivamente masculino. Decidió dejar esa batalla para más adelante. Encontró que la Constitución nacional vedaba la posibilidad de votar a las mujeres pero no la de ser elegidas. Entonces, creó su propia agrupación, el Partido Nacional Feminista, en abril de 1919, y se presentó como candidata a diputada. Nuevamente sería pionera. Hizo campaña en las calles, hablando en las esquinas, y también en los intervalos de las funciones del cinematógrafo. Y hasta empapeló la ciudad con sus afiches: "En el Parlamento una banca me espera, llevadme a ella", fue su slogan. Consiguió 1730 votos, obviamente todos masculinos, entre ellos el del escritor Manuel Gálvez que "como no quería votar por los conservadores ni por los radicales" –según su propia confesión– prefirió apoyar a "la intrépida doctora Lanteri". En 1920 organizó junto con Alicia Moreau de Justo un simulacro de votación femenina en el que participaron más de 4000 porteñas. Siguió presentándose como candidata hasta 1930. En el interín reclamó en los cuarteles y hasta frente al ministro de Guerra de Yrigoyen que le permitieran hacer el servicio militar para poder así conseguir libreta de enrolamiento e incorporarse al padrón. Murió dos años después sorpresivamente, el 23 de febrero de 1932, en un extraño accidente. La atropelló un auto en la esquina de Diagonal Norte y Suipacha a las 3 de la tarde. Tanto Bellota como la periodista Ana María de Mena, que publicó en 2002 un libro sobre Lanteri, pudieron recabar indicios como para sospechar –dicen– que pudo tratarse de un asesinato político. Julieta tenía 59 años. Dos días antes había asumido el general Agustín P. Justo como nuevo presidente.
Por Mariana Carbajal

viernes, 7 de marzo de 2008

DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER...

En 1910 en una conferencia internacional de mujeres socialistas, la dirigente comunista alemana Clara Zetkin propuso promulgar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. De esta manera se celebró el acontecimiento acompañado de algunas protestas que exigían en sus carteleras y cantos el derecho de voto y de ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral. Sin embargo la historia más popular sobre la celebración del día de la mujer hace referencia a los trágicos sucesos de 1908 donde murieron calcinadas 146 mujeres trabajadoras de una fábrica de New York tras la negativa de abandonar el encierro que habían adoptado como señal de protesta.

Pero no son los datos sacados de una cronología los q sirven hoy para describir el papel de las mujeres a lo largo y ancho de la historia universal. Esta dedicación pretende ser breve, pero estamos seguras que en cada mujer del planeta hay una enseñanza de vida y una historia que contar. A continuación unas breves palabras de algunas mujeres que no solo se destacaron sino que lucharon por los derechos de las mujeres. Queremos pedir perdón porque seguramente nos estamos limitando a mencionar solo algunas, dentro de la gama de personalidades femeninas que reservaron páginas en donde las que escribieron la historia fueron mujeres.

Alicia Moreau de Justo

Fue una de las mujeres más destacadas en la búsqueda de los derechos cívicos de las mujeres argentinas a principio de siglo

"Siempre creí que este país merecía ser distinto. Que un día íbamos a unirnos todos y el destino cambiaría. Recuerdo los barrios obreros de esta ciudad cuando llegábamos con las banderas rojas, y la gente se iba reuniendo y se iban logrando cosas. Cuando el partido socialista era una parte linda de la vida. Cuando las mujeres nos juntamos por primera vez y empezamos a pelear por nosotras...".

Eva Duarte de Perón

Figura emblemática de la política argentina. Que más podemos decir que no se haya dicho sobre Evita. Durante el gobierno de su marido Juan Domingo Perón (en el cuál tuvo una intensa participación) las mujeres argentinas adquieren el derecho de emitir su voto.

"...Ha llegado la hora de la mujer que comparte una causa pública y ha muerto la hora de la mujer como valor inerte y numérico dentro de la sociedad. Ha llegado la hora de la mujer que piensa, juzga, rechaza o acepta, y ha muerto la hora de la mujer que asiste, atada e impotente, a la caprichosa elaboración política de los destinos de su país, que es, en definitiva, el destino de su hogar. Ha llegado la hora de la mujer argentina, íntegramente mujer en el goce paralelo de deberes y derechos comunes a todo ser humano que trabaja, y ha muerto la hora de la mujer compañera ocasional y colaboradora ínfima. Ha llegado, en síntesis, la hora de la mujer argentina redimida del tutelaje social, y ha muerto la hora de la mujer relegada a la más precaria tangencia con el verdadero mundo dinámico de la vida moderna."


Juana Azurduy

fue líder revolucionaria altoperuana que combatió en la Guerra de Independencia Hispanoamericana, asumiendo la comandancia de las tropas con grado de teniente coronel.
Juana Azurduy
(Letra: Féliz Luna - Música: Ariel Ramírez)
Juana Azurduy,
flor del Alto Perú:
no hay otro capitánmás
valiente que tú.

Oigo tu voz
más allá de Jujuy
y tu galope audaz,
Doña Juana Azurduy.

Me enamora la patria en agraz,
desvelada, recorro su faz;
el español no pasará
con mujeres tendrá que pelear.

Juana Azurduy,
flor del Alto Perú,
no hay otro capitán
más valiente que tú.

Estribillo

Truena el cañón,
préstame tu fusil
que la revolución
viene oliendo a jazmín.

Tierra del sol
en el Alto Perú,
el eco nombra aún
a Tupac Amaru.

Tierra en armas que se hace mujer,
amazona de la libertad.
Quiero formaren tu escuadrón
y al clarín de tu vozatacar.
Madre Teresa de Calcuta

Fue una notable religiosa célebre por su labor humanitaria en la India.


Mientras estés viva, siéntete viva
(Madre Teresa de Calcuta)

Siempre ten presente que la piel se arruga,
el pelo se vuelve blanco,
los días se convierten en años...
Pero lo importante no cambia,
tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier teleraña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés viva, siéntete viva.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas...
Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón…
¡Pero nunca te detengas!
¡MUJERES FELIZ DÍA!

Charles Chaplin..

Volvemos.. esta vez con unas palabras de Chales Chaplin, quien fue un gran actor, director, escritor y compositor britanico. Hijo de una madre esquizofrenica y un padre alcoholico, crecio sumido en una profunda pobreza. Sus fantasticas creaciones en el cine mudo, llevan ademas una fuerte crítica social. Plasmó abiertamente sus ideas progresistas en los cortometrajes, que le valieron además numerosas acusaciones, entre ellas la de comunista... Disfrutemos de sus palabras...

Cuando me amé de verdad, comencé a percibir cómo es ofensivo tratar de forzar algunas situaciones, o personas, sólo para realizar aquellos que deseo, aún sabiendo que no es el momento, o la persona no esta preparada, inclusive yo mismo.
Hoy se que el nombre de eso es… RESPETO
Cuando me amé de verdad, comencé a liberarme de todo lo que no fuese saludable… personas, situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo.
De inicio, mi razón llamo a esa actitud EGOISMO, pero hoy se que se llama AMOR PROPIO.
Cuando me amé de verdad, deje de temer tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega planes de futuro.
Hoy se que eso es….SIMPLICIDAD.
Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece.
Hoy vivo un día a la vez y eso se llama… PLENITUD
Cuando me amé de verdad, deje de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece, contribuye a mi crecimiento
Hoy se que eso se llama… MADUREZ
Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no es sino una señal de que voy en contra de mis propias verdades.
Hoy se que eso se llama AUTENTICIDAD.
Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta y en el momento exacto.
Y entonces…puede relajarme
Hoy se que eso se llama… AUTOESTIMA
Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón, y con eso, erré muchas veces menos.
Hoy descubrí… LA HUMILDAD
Cuando me amé de verdad, percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, el tiene una gran y valiosa aliada.
Todo eso es… SABER VIVIR!

Charles Chaplin