domingo, 28 de septiembre de 2008

Llorar a lágrima viva

Un poema de Oliverio Girondo dedicado a mi coequiper con la que más de una vez lloramos a lágrima viva.
Llorar a lágrima viva

Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma,
la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares,
llorando.
Atravesar el África,
llorando.
Llorar como un cacuy,
como un cocodrilo...
si es verdad que los cacuyes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo,
pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz,
con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo,
por la boca.
Llorar de amor,
de hastío,
de alegría.
Llorar de frac,
de flato, de flacura.
Llorar improvisando,de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!

viernes, 12 de septiembre de 2008

Catarsis

Hace un instante me encontré entre una lucha de incertidumbres. Me encontré sin saber que querer entre las opciones que me da el sistema. El bombardeo de alternativas, no me dejaba pensar, me mantenía entretenida admirando cosas a las que no puedo acceder, cosas que me hacen pensar en el esfuerzo que tengo que hacer para llegar.
Pensando, teniendo transitada mi mente, embotellada. Luego, el error: el sistema me permitió un suspiro, esgrimí un descanso. Fue grave la falta de los que querían adoctrinarme porque reaccioné.
En realidad esas alternativas no existen del todo, esas competencias están ahí para mantenernos ocupados y no preocupados.
No quieren que nos demos cuenta de lo que pasa, nos llevan y nos traen, nos distraen, no nos dan descando. Casi hacen que me olvide en lo que creo, que me fascine con espejos de colores. Casi lo logran, pero no. Todavía sigo convencida de muchas cosas, todavía niego, todavía creo en el cambio.
Casi me atrapan, no lo lograron, pero hay que estar más atenta de lo que pensaba.
Sólo eso, haciendo catarsis.

martes, 2 de septiembre de 2008

EL LENGUAJE / 3

Un texto de Eduardo Galeano de su libro PATAS ARRIBA la escuela del mundo al revés.

En la época victoriana, no se podía mencionar los pantalones en presencia de una señorita. Hoy por hoy, no queda bien decir ciertas cosas en presencia de la opinión pública:
El capitalismo luce con el nombre artístico de Economía de mercado.
El imperialismo se llama Globalización.
Las victimas del imperialismo se llaman países en vía de desarrollo, que es como llamar niños a los enanos.
El oportunismo se llama Prágmatismo.
La traición se llama realismo
Los pobres se llaman carentes, o carenciados, o personas de escasos recursos
La expulsión de los niñospobres por el sistema educativo se conoce bajo el nombre de decersión escolar.
El derecho del patrón de despedir al obrero sin indemnización ni explicación se llama flexibilización del mercado.
El lenguaje oficial reconoce los derechos de las mujeres, entre los derechos de la minoría, como si la mitad masculina de la humanidad fuera la mayoría.
En lugar de dictaduras militares se dice proceso.
las torturas se llaman apremios legales o también presiones físicas y psicológicas.
Cuando los ladrones son de buena familia, no son ladrones, sino cleptómanos.
El saqueo de los fondos públicos por los políticos corruptos responde al nombre de enriquecimiento ilícito.
Se llaman accidentes a los crimenes que comenten los automóviles
Para decir ciegos, se dice no vidente.
un negro es un hombre de color diferente.
donde se dice larga y penosa enfermedad, debe leerse cáncer o sida.
repetida dolencia significa infarto.
Nunca se dice muerte, sino desaparición física.
Tampoco son muertos los seres humanos aniquilados en las operaciones militares: los muertos en batalla son bajas, y los civiles que se la ligan sin comerla ni beberla, son daños colaterales.
En 1995, cuando las explociones nucleares de Francia en el Pacífico sur, el embajador francés en Nueva Zelanda declaró: No me gusta esta palabra bombas, No son bombas. Son artefactos que explotan.
Se llama convivir algunas de las bandas que asesinan gente en Colombia, a las sombras de la protección militar
Dignidad era el nombre de uno de los campos de concentración de la dictadura Chilena y libertad la mayor cárcel de la dictadura Uruguaya.
Se llama Paz y Justicia el grupo paramilitar que, en 1997, acribilló por la espalda a cuarenta y cienco campesinos, casí todos mujeres y niños, mientras rezaban en una Iglesia del pueblo de Acteal, en Chiapas.