sábado, 15 de marzo de 2008

Un mundo donde quepan todos los mundos

Pocho tenia 35 años, había nacido en concepción del Uruguay, pero decidió vivir en el barrio Ludueña para trabajar con los más humildes. Coordinaba los talleres para niños, y daba clases de teología en la escuelita del padre Edgardo Montaldo, también trabajaba con el grupo de jóvenes "La Vagancia". El miércoles 19 de diciembre, harto de que la policía dispare contra pibes y mujeres, se subió a la terraza de la escuela Nro. 756 del Barrio Las Flores, donde colaboraba con la preparación de la comida. Intentó parar la represión con el grito "Hijos de puta no tiren, hay pibes comiendo" pero un policía del móvil Nº 2270 del comando radioeléctrico de nuestra ciudad disparó directamente contra el cuerpo de Pocho. La bala de plomo se alojó en la traquea y lo mató, llevándose a un militante de la vida y a una persona que luchaba día a día por cambiar las podredumbres de este mundo.
POCHO VIVE Y PEDIMOS JUSTICIA

un grito que crece

un grito que no deja dormir a los verdugos

ni reir a los traidores

Con ustedes el documental POCHORMIGA, tarda un poquito en cargarse, duro 30 minutos, pero vale la pena verlo, a pesar de la impotencia y del sabor amargo.




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